CARTA DEL MINISTRO PROVINCIAL POR LA FIESTA DE SAN FRANCISCO:
Celebramos la fiesta de San Francisco, el Santo de todos,
que se ha ganado el cariño y la
admiración de muchas generaciones, viviendo el Evangelio y presentando un proyecto de vida y la fuerza de un testimonio radical, amoroso y personal. Su "fraternidad universal", se
expresa en su amor por sus
"hermanos" - hombres y mujeres, ricos y pobres, enfermos y sanos,
fieles y pecadores, creyentes y no
creyentes, todos los animales y la naturaleza, y nos revela un alma en la que Dios es indivisible, un alma
alimentada por las verdades de la fe y entregada por completo a Cristo.
El papa Francisco y san Francisco de Asís. "Algunos no
sabían por qué el Obispo de Roma ha querido llamarse Francisco. Algunos
pensaban en Francisco Javier, en Francisco de Sales, también en Francisco de
Asís. Les contaré la historia. Durante las elecciones, tenía al lado al
arzobispo emérito de San Pablo, y también prefecto emérito de la Congregación
para el clero, el cardenal Claudio Hummes: un gran amigo. Cuando la cosa se
ponía un poco peligrosa, él me confortaba. Y cuando los votos subieron a los
dos tercios, hubo el acostumbrado aplauso, porque había sido elegido. Y él me
abrazó, me besó, y me dijo: «No te olvides de los pobres». Y esta palabra ha
entrado aquí: los pobres, los pobres. De inmediato, en relación con los pobres,
he pensado en Francisco de Asís. Después he pensado en las guerras. Y Francisco
es el hombre de la paz. Francisco de Asís. Para mí es el hombre de la pobreza,
el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en este momento,
también nosotros mantenemos con la creación una relación no tan buena. Es el
hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre... ¡Ah, cómo quisiera
una Iglesia pobre y para los pobres!
El amor de Francisco hacia Dios, se convierte a su vez en
amor a sus hermanos y hacia toda la
creación. El amor por todas las criaturas es el reflejo del amor de Francisco
por el Creador. Francisco ha querido adherirse profundamente a Cristo, imitando
su vida y su muerte con tal fidelidad, que llega a ser su imagen perfecta. Ha
querido seguir las huellas de Cristo y vivir como Él. Ha buscado su dicha en conquistar a Cristo,
poseerle y transformarse en Él. Este fue su principal objetivo al intentar reproducir los gestos de
Cristo y las escenas de su vida.
En tiempos de Francisco no faltaban quienes querían ser de
Cristo pero sin tener a la Iglesia por
intermediaria. Francisco permaneció totalmente ajeno a estos grupos y a sus
ideas. Él veneraba a la Iglesia romana a
quien llamaba” nuestra madre” y la consideraba regla de fe. San Francisco
“reparó” la Iglesia suscitando un movimiento de reforma que tuvo y sigue
teniendo una influencia benéfica sobre
la vida cristiana: sin ponerse contra ella, sin ignorarla, pero permaneciendo
como hijo ferviente y obediente. Por ello, la reforma aportó frutos abundantes.
La sociedad de nuestro tiempo, de manera más amplia que en
la época de san Francisco, vive un
conflicto delicado, en el campo social,
económico, político y religioso. Y a escala internacional, está agredida
por el fenómeno sangrante del
terrorismo, de la guerra y la violación de los derechos humanos. Frente a este
horizonte, san Francisco propone de nuevo l hombre de hoy y a los pueblos la necesidad y urgencia de un
diálogo auténtico desde la verdad, la libertad y el amor recíproco.
Esta invitación de san Francisco reviste hoy para nosotros
un significado muy especial. El observar con todo el corazón representa un gran
compromiso, desde el momento que nos encontramos viviendo a veces en la prisa, en la confusión de
mensajes e información que veces son
contradictorios. La distracción permanente hace difícil a veces la custodia y
escucha de la Palabra y la superficialidad de la vida en la que estamos muchas
veces inmersos. El Papa, en Asís, será
muy consciente de que ya no es sólo la Iglesia la que hay que reconstruir, sino
también el mundo. La Iglesia, hoy, quiere dialogar con el mundo y, de esta
manera, contribuir a encontrar caminos
que ayuden a superar la crisis actual y aprender las lecciones que se derivan
de ella para el futuro.
A todos los hermanos de la Provincia Franciscana de los XII
Apóstoles del Perú, a todos los franciscanos y franciscanas, les deseo: ¡¡¡¡¡
Felices Fiestas del Seráfico Padre San Francisco….¡¡¡¡
Lima, octubre del 2013
FR.
L. Enrique Segovia Marín, ofm
Ministro Provincial
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