domingo, 13 de octubre de 2013

OCTUBRE, MES DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS - PERÙ



HIMNO AL SEÑOR DE LOS MILAGROS

SEÑOR DE LOS MILAGROS
AQUI VENIMOS EN PROCESIÓN
TUS FIELES DEVOTOS
A IMPLORAR TU BENDICIÓN

FARO QUE GUÍA
A NUESTRAS ALMAS
LA FE, ESPERANZA, LA CARIDAD
TU AMOR DIVINO
NOS ILUMINE
NOS HAGA DIGNO DE TU BONDAD

CON PASO FIRME
DE BUEN CRISTIANO
HAGAMOS GRANDE NUESTRO PERU
Y UNIDOS TODOS
COMO UNA FUERZA
TE SUPLICAMOS, NOS DES
TU LUZ


“Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres” (Icor 1,22-25)

Fiesta: 18 Y 28 octubre

La sagrada imagen de Jesucristo crucificado, Señor nuestro es venerado en Perú como "El Señor de los Milagros".  En el lienzo aparece Jesús crucificado. Sobre la cruz, el Espíritu Santo y el Padre.  A la derecha del Señor, Su Santísima madre con su corazón traspasado por una lanza de dolor y Su derecha, el fiel  Apóstol San Juan.  Además de su hermosura, el lienzo es una maravillosa representación de las verdades de nuestra fe.

Cada año las multitudes de todas las razas y condiciones sociales celebran juntas la procesión del Señor de los Milagros, no solo en Perú sino en donde quiera que se encuentren comunidades peruanas.   Las calles se visten de morado para celebrar al Señor que tanto nos ama que se entregó en la cruz por nosotros.  En la procesión nos unimos a La Virgen Madre y a San Juan con dolor pero con profunda gratitud y alegría por la salvación y la vida nueva otorgada por El Señor.   Ese es el mayor de los milagros. Se le llama también el "Cristo Moreno" y el "Cristo de Pachacamilla"

Historia

En el siglo XVII la capital de Perú, Lima, aunque pequeña en comparación con los 7 millones que tiene en la actualidad, crecía por las inmigraciones muy variadas.  Había en ella personas de todas las razas, y muchos procedentes de las costas africanas.  Entre ellos había cofradías que veneraban diferentes santos.  A mediados del siglo, los negros de Angola se ubicaron en Pachacamilla (llamado así porque allí habían vivido indios del Pachacamac). Formaron una cofradía y para ella levantaron una edificación. Uno de los angoleños pintó en la pared la preciosa imagen de Cristo como aparece en esta página. Resalta no solo su gran artesanía sino también su expresiva capacidad catequética.

El 13 de noviembre de 1655, a las 2:45 de la tarde, un fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao haciendo caer muchos edificios y causando miles de muertos.  Los angoleños que eran ya muy pobres sufrieron muchísimo. Todas las paredes de su cofradía se cayeron. Pero en medio de aquello aparece el gran milagro: El muro de adobe con la imagen del Cristo permaneció en pie perfectamente preservada.

Ante el desastre, los limeños hicieron muchas peticiones al Señor.  Había una profunda conciencia de que habían pecado y muchos pedían perdón.  15 años más tarde, Antonio León de la parroquia de San Sebastián, encontró la imagen del Señor en la pared abandonada y comenzó a venerarla. Ocurrió entonces otro milagro, pues Antonio, que sufría por un tumor maligno de terribles dolores de cabeza, fue sanado cuando se lo pidió a Cristo ante su imagen. Aquel milagro le fortaleció en su fe y propagó por todas partes aquel don divino. Pronto muchas personas acudían al Cristo milagroso. La mayoría de ellos eran negros y pobres. Se reunían los viernes por la noche a rezar y cantar ante el Señor.

Pero pronto comenzaron las dificultades.   Aquellas reuniones atraía a toda clase de personas, no todas venían por buenas razones. Las autoridades intervinieron para prohibir las reuniones y mandaron a destruir la imagen de Cristo pintando sobre ella.  La siniestra orden quiso llevarse a cabo en septiembre de l671. Pero cuando el pintor trató de cubrir la imagen, fueron tanto los temblores y la impresión que sufrió que no pudo aunque trató varias veces.  Fue entonces que un soldado de Balcázar intentó aquel ultraje pero tampoco logró hacerle daño a la imagen.  Luego relató que, una vez frente a la imagen, vio que esta embellecía y que la corona se tornaba verde

Las autoridades no se dieron por vencidas pero el pueblo comenzó a protestar.  Informado el Virrey de lo acontecido, decidió revocar la orden y darle culto a la imagen. El 14 de septiembre de 1671, fiesta de la exaltación de la Cruz, se celebró la primera misa ante el Cristo de Pachacamilla.   Los peregrinos aumentan continuamente y pronto se le llama "El Santo Cristo de los Milagros o de las Maravillas".  Pero las autoridades aun no responden como debían ante Dios.

En octubre de 1687un maremoto arrasó con el Callao y parte de Lima y derribó la capilla edificada en honor del Santo Cristo.   ¡Solo quedó en pie la pared con la imagen!.  Ante aquel portento decidieron confeccionar una copia al óleo de la imagen y que, por primera vez, saliera en procesión en andas por las calles.  La procesión se estableció para los días 18 y 19 de octubre de cada año.


MENSAJE EN MISA DE FIESTA EN HONOR AL SEÑOR DE LOS MILAGROS


LIMA, 18 Oct. 13 / 12:45 pm (ACI/EWTN Noticias ).- Al presidir esta mañana la Misa previa al tercer recorrido procesional del Señor de los Milagros en Lima (Perú), el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, aseguró que “todo el Perú te quiere, Señor de los Milagros”.

El Cardenal pidió que el Señor de los Milagros “nos acompañe en estos días, especialmente hoy, bendiciendo, perdonando”. “Y con tanta confianza le decimos Jesús en ti confío. Perdónanos si a veces nos alejamos, perdónanos si te ofendemos, pero no nos dejes solos, no podemos caminar sin tu presencia, Señor de los Milagros”.

El Arzobispo de Lima dijo a la imagen del Cristo Morado “Señor de los Milagros, estamos reunidos en esta ciudad que es tu casa, en el alma de tantas hijas e hijos tuyos que hoy te anhelan”. “Estamos muy contentos cuando llega este día en que sales a recorrer nuestras calles y nuestros corazones porque sentimos tu mirada, sentimos tu presencia”, indicó.

El Cardenal reflexionó sobre lo difícil de creer y mantener viva la fe, por lo que alentó los fieles a ir contra corriente en este mundo, que a veces se aleja de Dios. El Arzobispo de Lima pidió que “aprendamos a escuchar a Dios. Aprendamos, por la fe, a entenderlo. Podemos expresar muchas veces nuestro cariño, pero cuando el Señor habla escuchémoslo”.

“Hay un pecado muy grave –señaló– que hace mucho daño a la Iglesia y la sociedad: Hablar mal unos de otros, eso es muy malo; por eso, la fe se debilita”. El Cardenal indicó que “Jesús dice: No puedo estar en tu alma cuando tú maltratas a tus hermanos”. “Hagamos ese propósito: Escuchar mejor a Jesús, comprender a los demás y corregirlos a solas. Sacar del alma resentimientos, cóleras, venganza, ataques, murmuraciones, calumnias; todo eso hace mucho daño”, exhortó.

El Cardenal Cipriani indicó además a los devotos del Señor de los Milagros que “el Señor te pide que lo lleves en hombros no solo en la ciudad sino también en tu vida; te pide que lo cargues, que lleves la cruz”. “Por eso, en este Año de la Fe, que está por finalizar, Jesús nos dice: Si no me creen cuando hablo de la tierra, como me creerán cuando les hable del cielo”.

El Arzobispo de Lima pidió también a los fieles que descubran “la fe en el rostro de tu hermano, de tu padre, de tu hijo, de tus amigos, también de los que tal vez no te entienden y parecen tus enemigos”. “La fe con obras, salgamos del pecado, vayamos a la oración y la confesión”, pidió.

La Misa fue concelebrada por el Nuncio Apostólico en Perú, James Green; los Obispos Auxiliares de Lima, Mons. Adriano Tomasi y Mons. Raúl Chau; el director espiritual de la Hermandad del Señor de los Milagros de las Nazarena, Mons. Pedro Hidalgo; y diversos sacerdotes de la Arquidiócesis de Lima.

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