HIMNO AL SEÑOR DE LOS MILAGROS
SEÑOR DE LOS MILAGROS
AQUI VENIMOS EN PROCESIÓN
TUS FIELES DEVOTOS
A IMPLORAR TU BENDICIÓN
FARO QUE GUÍA
A NUESTRAS ALMAS
LA FE, ESPERANZA, LA CARIDAD
TU AMOR DIVINO
NOS ILUMINE
NOS HAGA DIGNO DE TU BONDAD
CON PASO FIRME
DE BUEN CRISTIANO
HAGAMOS GRANDE NUESTRO PERU
Y UNIDOS TODOS
COMO UNA FUERZA
TE SUPLICAMOS, NOS DES
TU LUZ
“Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en
busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado,
escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de
Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos. Porque la
locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de
Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres” (Icor 1,22-25)
Fiesta: 18 Y 28 octubre
La sagrada imagen de Jesucristo crucificado, Señor nuestro es
venerado en Perú como "El Señor de los Milagros". En el lienzo aparece Jesús crucificado. Sobre
la cruz, el Espíritu Santo y el Padre. A
la derecha del Señor, Su Santísima madre con su corazón traspasado por una
lanza de dolor y Su derecha, el fiel
Apóstol San Juan. Además de su
hermosura, el lienzo es una maravillosa representación de las verdades de
nuestra fe.
Cada año las multitudes de todas las razas y condiciones
sociales celebran juntas la procesión del Señor de los Milagros, no solo en
Perú sino en donde quiera que se encuentren comunidades peruanas. Las calles se visten de morado para celebrar
al Señor que tanto nos ama que se entregó en la cruz por nosotros. En la procesión nos unimos a La Virgen Madre
y a San Juan con dolor pero con profunda gratitud y alegría por la salvación y
la vida nueva otorgada por El Señor. Ese
es el mayor de los milagros. Se le llama también el "Cristo Moreno" y
el "Cristo de Pachacamilla"
Historia
En el siglo XVII la capital de Perú, Lima, aunque pequeña en
comparación con los 7 millones que tiene en la actualidad, crecía por las
inmigraciones muy variadas. Había en
ella personas de todas las razas, y muchos procedentes de las costas
africanas. Entre ellos había cofradías
que veneraban diferentes santos. A
mediados del siglo, los negros de Angola se ubicaron en Pachacamilla (llamado
así porque allí habían vivido indios del Pachacamac). Formaron una cofradía y
para ella levantaron una edificación. Uno de los angoleños pintó en la pared la
preciosa imagen de Cristo como aparece en esta página. Resalta no solo su gran
artesanía sino también su expresiva capacidad catequética.
El 13 de noviembre de 1655, a las 2:45 de la tarde, un
fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao haciendo caer muchos edificios y
causando miles de muertos. Los angoleños
que eran ya muy pobres sufrieron muchísimo. Todas las paredes de su cofradía se
cayeron. Pero en medio de aquello aparece el gran milagro: El muro de adobe con
la imagen del Cristo permaneció en pie perfectamente preservada.
Ante el desastre, los limeños hicieron muchas peticiones al
Señor. Había una profunda conciencia de
que habían pecado y muchos pedían perdón.
15 años más tarde, Antonio León de la parroquia de San Sebastián,
encontró la imagen del Señor en la pared abandonada y comenzó a venerarla.
Ocurrió entonces otro milagro, pues Antonio, que sufría por un tumor maligno de
terribles dolores de cabeza, fue sanado cuando se lo pidió a Cristo ante su
imagen. Aquel milagro le fortaleció en su fe y propagó por todas partes aquel
don divino. Pronto muchas personas acudían al Cristo milagroso. La mayoría de
ellos eran negros y pobres. Se reunían los viernes por la noche a rezar y
cantar ante el Señor.
Pero pronto comenzaron las dificultades. Aquellas reuniones atraía a toda clase de
personas, no todas venían por buenas razones. Las autoridades intervinieron
para prohibir las reuniones y mandaron a destruir la imagen de Cristo pintando
sobre ella. La siniestra orden quiso
llevarse a cabo en septiembre de l671. Pero cuando el pintor trató de cubrir la
imagen, fueron tanto los temblores y la impresión que sufrió que no pudo aunque
trató varias veces. Fue entonces que un
soldado de Balcázar intentó aquel ultraje pero tampoco logró hacerle daño a la
imagen. Luego relató que, una vez frente
a la imagen, vio que esta embellecía y que la corona se tornaba verde
Las autoridades no se dieron por vencidas pero el pueblo
comenzó a protestar. Informado el Virrey
de lo acontecido, decidió revocar la orden y darle culto a la imagen. El 14 de
septiembre de 1671, fiesta de la exaltación de la Cruz, se celebró la primera
misa ante el Cristo de Pachacamilla.
Los peregrinos aumentan continuamente y pronto se le llama "El
Santo Cristo de los Milagros o de las Maravillas". Pero las autoridades aun no responden como
debían ante Dios.
En octubre de 1687un maremoto arrasó con el Callao y parte
de Lima y derribó la capilla edificada en honor del Santo Cristo. ¡Solo quedó en pie la pared con la
imagen!. Ante aquel portento decidieron
confeccionar una copia al óleo de la imagen y que, por primera vez, saliera en
procesión en andas por las calles. La
procesión se estableció para los días 18 y 19 de octubre de cada año.
MENSAJE EN MISA DE FIESTA EN HONOR AL SEÑOR DE LOS MILAGROS
LIMA, 18 Oct. 13 / 12:45 pm (ACI/EWTN Noticias ).- Al
presidir esta mañana la Misa previa al tercer recorrido procesional del Señor
de los Milagros en Lima (Perú), el Arzobispo de Lima y Primado del Perú,
Cardenal Juan Luis Cipriani, aseguró que “todo el Perú te quiere, Señor de los
Milagros”.
El Cardenal pidió que el Señor de los Milagros “nos acompañe
en estos días, especialmente hoy, bendiciendo, perdonando”. “Y con tanta
confianza le decimos Jesús en ti confío. Perdónanos si a veces nos alejamos, perdónanos
si te ofendemos, pero no nos dejes solos, no podemos caminar sin tu presencia,
Señor de los Milagros”.
El Arzobispo de Lima dijo a la imagen del Cristo Morado
“Señor de los Milagros, estamos reunidos en esta ciudad que es tu casa, en el
alma de tantas hijas e hijos tuyos que hoy te anhelan”. “Estamos muy contentos
cuando llega este día en que sales a recorrer nuestras calles y nuestros
corazones porque sentimos tu mirada, sentimos tu presencia”, indicó.
El Cardenal reflexionó sobre lo difícil de creer y mantener
viva la fe, por lo que alentó los fieles a ir contra corriente en este mundo,
que a veces se aleja de Dios. El Arzobispo de Lima pidió que “aprendamos a
escuchar a Dios. Aprendamos, por la fe, a entenderlo. Podemos expresar muchas
veces nuestro cariño, pero cuando el Señor habla escuchémoslo”.
“Hay un pecado muy grave –señaló– que hace mucho daño a la
Iglesia y la sociedad: Hablar mal unos de otros, eso es muy malo; por eso, la
fe se debilita”. El Cardenal indicó que “Jesús dice: No puedo estar en tu alma
cuando tú maltratas a tus hermanos”. “Hagamos ese propósito: Escuchar mejor a
Jesús, comprender a los demás y corregirlos a solas. Sacar del alma
resentimientos, cóleras, venganza, ataques, murmuraciones, calumnias; todo eso
hace mucho daño”, exhortó.
El Cardenal Cipriani indicó además a los devotos del Señor
de los Milagros que “el Señor te pide que lo lleves en hombros no solo en la
ciudad sino también en tu vida; te pide que lo cargues, que lleves la cruz”. “Por
eso, en este Año de la Fe, que está por finalizar, Jesús nos dice: Si no me
creen cuando hablo de la tierra, como me creerán cuando les hable del cielo”.
El Arzobispo de Lima pidió también a los fieles que
descubran “la fe en el rostro de tu hermano, de tu padre, de tu hijo, de tus
amigos, también de los que tal vez no te entienden y parecen tus enemigos”. “La
fe con obras, salgamos del pecado, vayamos a la oración y la confesión”, pidió.
La Misa fue concelebrada por el Nuncio Apostólico en Perú,
James Green; los Obispos Auxiliares de Lima, Mons. Adriano Tomasi y Mons. Raúl
Chau; el director espiritual de la Hermandad del Señor de los Milagros de las
Nazarena, Mons. Pedro Hidalgo; y diversos sacerdotes de la Arquidiócesis de
Lima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario